En Graña y Montero, envuelta en el escándalo Odebrecht, no hay humo blanco que anuncie a su nuevo jefe, guía y maestro, es decir no hay sucesor para su renunciante presidente, por la renuncia de su presidente el arquitecto José Graña Miró Quesada. Los medios de comunicación atribuyen a las Aseguradoras de Fondos de Pensiones, que son dueñas del 12% de las acciones, que las vendan a lo que sea, porque después ya no van a valer nada. Una terrible desgracia para el arquitecto Graña, cuya caída arrastró la renuncia del director general de la empresa, su primo hermano, Hernando Graña Acuña y la del gerente Alvarado.
Seguramente esta tragedia, una verdadera bomba atómica para el más alto mundo social y económico peruano, va a arrastrar a otras grandes empresas vinculadas a Graña y Montero, y a su renunciante presidente Graña Miró Quesada. Entre ellas los monopolios mediáticos Grupo El Comercio y Grupo Radio Programas del Perú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario