miércoles, 27 de diciembre de 2017

48. Un delincuente no puede tener corona

26 de febrero de 2017

El titular de El Comercio de este domingo no se refiere al arquitecto José Graña Miro Quesada, ni ha sido publicado pensando en el patrón, seguramente se referirá a Gerald Oropesa o tal vez a algún vendedor de pasta básica de cocaína.

Es mi derecho etiquetarlo exclusivamente al arquitecto Graña Miró Quesada, por lo siguiente:
Sin embargo, cuando el cardenal Cipriani rompe con sus propios esquemas de prudencia y expresa que ya no se hable de corrupción sino de LADRONES, pondré entonces a partir de este titular de El Comercio, a quien ante la opinión pública encabeza la lista de ladrones, el arquitecto José Graña Miró Quesada y su amiguito y gerente de apellido Alvarado, en segundo lugar.

Es público que por más que su imperio periodístico lo proteja, la gente a través de la más famosa e importante de las radios, la Radio Bemba, es decir el boca a boca, se sabe que se hace la pichi y no quiere ir a la Comisión Lava, su multitud de abogados y los focus group de su imperio periodístico, están a punto de enloquecer.

El Comercio, es el decano de la prensa que se ha convertido en un imperio mediático, que trata de ser la guía del pensamiento mayoritario de la opinión pública, nutriéndola con muchas mentiras, media verdades y poca noticia, en el fondo quiere ser el dominador del pensamiento nacional.

La única verdad es que está al servicio de los intereses de Graña y Montero, presidida por el arquitecto Graña Miró Quesada. Esta empresa nacional es la socia y/o testaferra de la transnacional brasileña, Norberto Odebrecht, actora del mayor escándalo de corrupción de nuestra historia.

Ambas empresas en defensa de sus intereses económicos, pretenden accionar en contra del Estado Peruano, cuyo gobierno seguramente les regalará miles de millones, en medio del Jaja y Jeje del Presidente Pedro Pablo Kuczynski.

El Grupo El Comercio, solamente defiende los intereses de los ladrones de Odebrecht y de Graña y Montero. Recuerdan que la caviar de línea montesinista, Rosa María Palacios, de la nada la convirtieron en la estrella mediática de la TV, hasta que enfrentó a la segundo gobierno de Alan García, caracterizado por Adendas, Arbitrajes y contratos de concesiones, y a la señora Palacios, la botaron a la basura, ahora es bloguera.

Se acuerdan de la periodista fujimorista Martha Meier Miró Quesada, una de las pocas personas que escribe en la familia propietaria de El Comercio, escribía y publicaba en contra de la entonces Alcaldesa Susana Villarán y la botaron, aunque ella lo niegue. Los intereses de Odebrecht y de Graña y Montero, que me parece no se pueden separar, siempre priman.

Y convirtió el Grupo El Comercio a la periodista de sus propias filas, Milagros Leyva en la estrella periodística de la TV, en reemplazo de Rosa María Palacios. Leyva tuvo el apoyo decidido de Martha Meier.

Pero Leyva se enfrentó a Nadine Heredia, la poderosa esposa del entonces Presidente Ollanta Humala, por el tema de corrupción encabezado por Belaunde Lossio. Y ¿Quién le bajó el dedo a Milagros Leyva? Para mí que fue Odebrecht y Graña y Montero, ya que por la forma en que la botaron, con comunicados y conferencias de prensa, es para aterrorizar a la multitud de periodistas que trabajan en el monopolio mediático y no enfrente al verdadero patrón.

Por eso el Grupo El Comercio entra con su multitud de periodistas al tema de la corrupción de los ladrones de Odebrecht y su socia Graña y Montero como si fuera a la batalla sin armamento alguno. Logran hacer alguna bulla y allí queda todo. Y por eso hasta ahora no logran dar con un tiro al blanco.

A nadie han agarrado con las manos en la masa. Y en su alianza con RPP y La República, tienen dominio sobre lo que se publica. Por eso es que vemos que aquí no pasa nada y de seguir así tampoco pasará nada. Todo está en la cancha de las redes sociales. No hay que tenerles miedo a estos ladrones, ellos son los que se mueren de miedo de caer en el escarnio público como ladrones, tal y cual lo han hecho con tantos inocentes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario