24 de febrero el 2017
La Constructora Graña y Montero, primero dijo que
no sabían nada de nada y nadie les creyó, después afirmaron que entraron al
contrato del Gasoducto para salvarlo, es decir como si fueran testaferros de
Odebrecht, para cuidar sus espaldas mientras se retiraba de la concesión, hecho
realizado a la perfección hasta el momento con una enorme precisión
cronométrica.
Este viernes en medio del escándalo de los escándalos, propiciado por Hildebrandt en sus Trece que reproduce las declaraciones de Jorge Barata, ex Virrey de Odebrecht en el Perú al Ministerio Pública, en las que señala que todas sus socias participaron en la coimas realizadas, ha desatado durante todo el día los mayores comentarios, todos negativos en contra de esta empresa.
El arquitecto Graña es presidente de Graña y Montero y es también el principal accionista del Grupo El Comercio.
Tal y como se comprenderá la noticia está tranquilizada y perdida en el mundo noticioso por los monopolios mediáticos El Comercio y de Radio Programas del Perú, y de a verdad no se exhibe como debe ser exhibido el arquitecto José Graña Miró Quesada, de acuerdo a la propia tradición del Canal N y de RPP TV, que para acabar con honras hasta sacan a los muertos de sus tumbas.
La situación real es que a cada segundo niegan sus culpas todos los traidores que por un puñado de monedas de Odebrecht autorizaron saqueo del Perú. El caso de Graña y Montero es un saqueador, sin duda ninguna.
No le creo nada a Graña y Montero, mucho menos su primera negación. ¿Y usted le cree?
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