111. El silencio lo confirma asesino

29 de abril ·

El expresidente Ollanta Humala, no clama inocencia cuando habla y habla a la prensa, solo expresa su convencimiento que no se reabrirá su caso, llamado Madre Mía.

Sus abogados y portavoces, hasta ahora no afirman su inocencia, ni señalan de calumniadores a quienes lo acusan de haber matado a víctimas inocentes en la lucha antiterrorista. Los testigos, cuyas denuncias están publicadas en los diarios del Grupo El Comercio, lo acusan, entre otros hechos, de haber fusilado a personas, es decir Humala con el seudónimo de capitán Carlos, era un verdugo o un ejecutor extrajudicial.

Los caviares que han estado a su servicio en su trayectoria política y que son sus firmes aliados, tratan de defenderlo sosteniendo que las grabaciones son ilegales y que si se reabre el caso Madre Mía, que además se reabran todos los casos de derechos humanos que existen, y que todos se investiguen. Buscan la globalización mediática que no va a llegar a nada, en lugar de permitir la individualización de este caso que condene a Humala y haga justicia a las víctimas.
Las ONG de derechos humanos, que son caviares, están mudas. Un asesino es lo peor que existe en la sociedad. Yo no voté por Humala.

La portada de Perú 21, diario del Grupo El Comercio, refleja la realidad del expresidente Ollanta Humala Tasso ha sentido la pegada, que ha encarnado esta semana el Grupo El Comercio y eso está perfecto y hay que apoyarlo, nada con asesinos por más poderosos que sean, sobre todo cuando no muestran arrepentimiento, ni propósito de enmienda, ni un sinceramiento de corazón frente haber matado prójimos con sus propias manos. No hay que olvidar que en el Andahuaylazo, el golpe de estado suyo y de su hermano Antauro, tuvo un epílogo de policías asesinados a sangre fría, y que durante su gobierno son sospechosas en extremo las muertes de su guardián y de su sobrino, que después de muertos, sus cadáveres desaparecieron. Al primero no se sabe quién lo entregó a la familia para ser sepultado, pero era un reservista, entonces como no le interesaba al gobernante, pero que el hijo de la hermana del presidente, apareciera en la morgue, un mes después de fallecido, la cosa es pues muy grave.

Este hecho de acusación de asesino de víctimas inocentes, sin ninguna negación del acusado, quien se limita a hablar de audios y papeles, como cualquier tinterillo, es el mayor escándalo de la política peruana que se recuerde en la historia nacional.