Alejandra Aramayo, acusada de chantajista por el Grupo El Comercio y sus Múltiples Aliados, se Aleonó Anoche, Sacando de sus Tumbas a Patriarcas de este Monopolio Mediático y sus presuntas "Vidas Corruptas" Tirándoselas a la Cara de la Familia Miró Quesada, en Entrevista de Antología de Milagros Leyva.
Entre muchos otros presencié a través del canal de cable, del también monopolio Radio Programas del Perú, una entrevista sin igual que constituye la mayor falta de respeto jamás vista a la familia propietaria del Grupo El Comercio, que con sus aliados, entre ellos Odebrecht, hacen y deshacen en el Perú.
Seguramente no faltará quienes se movilizan entre los que se creen pertenecer a la inexistente aristocracia nativa, olvidándose de hecho histórico que existió el velasquismo, la reforma agraria, y de la máxima de que los Borbones nunca aprenden, estén exclamando:
"¡Qué barbaridad, que se habrá creído esta "puneña alzada, que se hace pasar por arequipeña, para tratar así a la familia Miró Quesada, lo mejor que existe (ricos, poderosos y emparentados con medio Lima), ya no hay respeto para la gente bien!".
Sin embargo, este no es un escándalo social, del que se está conversando este Martes Santo en el Club Nacional o en el Regatas o en el Golf de San Isidro o en un party de una casa de playa de alguna de las playas exclusivas del sur de Lima, simplemente ha quedado ante la opinión pública como una familia a la que ya no se le tiene miedo, que se la perdido el respeto y que pareciera que está por desmoronarse.
El periodista Guido Monteverde especialista en el mundo social limeño previo al velasquismo, cuando se peleaba con alguien, escribía: Torres más alta he visto caer"....podríamos señalar en el ámbito nacional, las obras velasquistas: el final del imperio Prado, la nacionalización del petróleo, la expulsión de la Cerro de Pasco Mining Cooper Corporation y la confiscación de la prensa, que incluyó a la propia familia Miró Quesada y más allá de nuestras fronteras a las familias gobernantes: los Borbones en Francia, a los Habsburgos, a los Romanov, a los Manchú, llamados Quin ahora en China. Nada nuevo hay bajo el sol.
La verdad es que la familia Miró Quesada, está ya en la tormenta del escándalo, el tema Aramayo es un detalle que confirma su decadencia, ya que está dominada por la vida y los milagros del arquitecto José Graña Miró Quesada, quien en los últimos 12 años hizo más ricos de lo que jamás imaginaron todos sus tíos, primos y sobrinos, que son un montón de montones, por su excepcional relación umbilical con la corrupta y corruptora transnacional brasileña Odebrecht, coimeadora de Presidentes.
A pesar de las pleitesías y sobonerías de siempre que tiene la familia Miró Quesada, junto con su temida barra brava o multitud de periodistas contratados para su monopolio y al servicio exclusivo de sus intereses, se ha demostrado que si "la puneña Aramayo", les dijo todas las verdades del mundo por TV, y es que está sumida en la más absoluta y profunda decadencia.
La libertad de prensa en el país, solamente le pertenece a ellos, cuando les da la gana agarran a patadas a la Iglesia Católica, insultan hasta al Santo Padre, a este y a sus antecesores, cuando les conviene a sus intereses y son los primeros en poner ofrendas a la Procesión del Señor de los Milagros.
Es un tema interesante ya que a la familia Miró Quesada a través de su monopolio cuando le da la gana en sus medios habla de la vida sexual de sus enemigos y hasta los saca de sus tumba a abierto la puerta a que la gente saque del closet a sus miembros y sus periodistas que pertenecen a la comunidad LGBT.
Alejandra Aramayo es la primera que les va de frente, puede ser la única, pero puede jalar a muchos otros, hasta a sacan a los ya fallecidos de sus tumbas y exhibir sus miserias.
Tal vez cada uno de los miembros de esta numerosa familia, para reflexionar debería espectar con tranquilidad "La Caída de los Dioses", cuyo nombre original en italiano es "La caduta degli dei", una obra maestra de uno de los genios de la cinematografía mundial, Luchino Visconti, una versión libre de la familia alemana Krupp, fabricantes de cañones, perdedores de las dos guerras mundiales, al servicio del Kaiser, en la primera y del Fuhrer, en la segunda.
Esta verdad que no fue parte de la gran entrevista de anoche de Leyva a Aramayo, es la siguiente: En Lima existe una tradición que se repite siempre, que se transmite de padres a hijos, en el hecho histórico que cuando la tropa chilena ocupó Lima, el 17 de enero de 1881, el primer Miró Quesada dueño de El Comercio, de nombre José Antonio, colocó la bandera panameña en la sede del diario, para que se le respetara como propiedad extranjera, ajena a la guerra. Sus padres lo trajeron a Lima, cuando tenía un año de nacido y siempre quiso ser panameño. (Aclaración, históricamente, como me ha sido recordado, tiene que haber sido la bandera colombiana, ya que Panamá en esa época no se había independizado de Colombia).
Entonces no es una familia amada, para nada, pero si ganó el respeto de muchos por la inteligencia de varios de sus integrantes, entre quienes me encuentro.
Otra verdad y que es muy sospechosa es comprobar que ninguno de sus periodistas hasta el momento en el tema Odebrecht ha hecho el más mínimo esfuerzo para meter preso a algún corrupto. Para nada sirven sus unidades de investigación.
La congresista fujimorista Alejandra Aramayo, de 43 años de edad, cuando era muy jovencita se desarrollaba en el periodismo radial y televisivo, en la empresa de su padre, y fue hace 17 años, de extorsionadora, chantajista, mermelera, turronera, entre otros, que en limpio quiere decir que era la mayor corrupta que podía existir en Puno.
Este es un tema prescrito, acabado, pero el poder de la familia Miró Quesada es tan enorme que lo que no existe judicialmente, porque ellos lo deciden tiene que ser investigado por toda la eternidad, es la única forma de amedrentar a sus opositores, a sus enemigos, para que nadie se les ponga al frente. Son una verdadera mafia, de eso no hay que tener duda.
Me parece que el arquitecto Graña va a jalar a todos sus primos hermanos en el tema Odebrecht y más de uno irá a la reja y habrá que sacar a sus muertos de las tumbas para que sus herederos devuelvan todo lo percibido. Que no se quejen, ellos abrieron el camino.
Anoche vi que por primera vez, el Grupo El Comercio, encontró respuesta de su mismo nivel y hasta superior a su tradicional ataque liquidador de seres humanos, enrostrando como todos sabemos , temas prescritos judicialmente, creando a través que su satélite el diario caviar La República que los siga, como si fuera su perro de presa.
Aramayo tiene documentación que la libera judicialmente, se defendió extraordinariamente aunque siempre le va a quedar marcado el hecho de la acusación de chantajista cuando en su vida, en momentos en los que era muy joven y ejercìa el periodismo en Puno, ella y su padre fueron señalados de percibir dinero para no publicar nada en contra de sus prójimos.
En este momento nadie está en condiciones de enfrentarla en las acusaciones señaladas por el grupo El Comercio,a través de Su canal 4 y de su satélite caviar La República.
Pero La señora Alejandra Aramayo, recordó el tema del dólar MUC, publicado por el periodista César Hildebrandt, en base a la denuncia realizada por el expulsado integrante de la familia Miró Quesada y exgerente de El Comercio, Luis García Miró, actual director y propietario de Expreso.
García Miró sostuvo que con cuatro de sus tíos y/o primos, se repartieron millonaria ganancia ilegal del Dólar MUC, tiempos del primer gobierno de Alan García. ¿Alan los dejó robar? No sé. Por lo menos cada uno de ellos, tuvieron un depósito por este concepto, de un millón de dólares en Suiza.
La congresista Aramayo, dijo los nombres de los involucrados, sacando de sus tumbas a los fallecidos, en el tema del dólar MUC y puntualizó que la abogada que ejerce de periodista en canal 4, Sol Carreño, quien la acusó de valerse y ampararse en la prescripción judicial de su acusación de chantaje. Entonces dijo que Carreño, no quiere enfrentar la verdad ante la opinión pública que sus empleadores están amparados en la prescripción en el tema del Dólar Muc, que calificó de un verdadero robo al Perú, en tiempos del terrorismo, la hiperinflación y la escasez de alimentos, entre otros.
Aramayo está aleonada, defiende su proyecto de Ley sobre libertad de prensa, que evidentemente no le gusta al Grupo el Comercio, tal vez tienen miedo que en el debate se prohíba el monopolio que tienen en la prensa nacional y por sobre todo, la disposición que establece que los accionistas de los medios que sean sentenciados por corrupción en contra del Estado, no puedan seguir siéndolo y es una posibilidad que tema Odebrecht, puede llevar a más de uno de los miembros de la familia propietaria del Grupo El Comercio a la CARCEL.
Aramayo puede haber sido chantajista en su juventud, no hay pruebas contra ella, los antifujimoristas la odian porque tienen que odiarla, pero es verdad que quienes la acusan, los dueños del grupo El Comercio, son quienes han robado millones de dólares al Perú, por el dólar MUC (Mercado Único de Cambios).
Y si bien está prescrito y si bien hay que sacar a los muertos de su tumba, dos ilustres personalidades del siglo XX en nuestro país, pues que se armen comisiones investigadores en todo el Perú y que el Ministerio Público reabra el caso. El grupo El Comercio y la familia Miró Quesada tienen que probar de su propia medicina que han realizado en contra de sus prójimos.
Salvo mejor opinión.
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