Crear ídolos de barro es una pasión nacional y verlos derrumbarse, es el oficio de quienes los encumbran. Estamos frente al príncipe de los caviares, un izquierdista de salón formado en la Pontificia Universidad Católica del Perú, la cuna de la caviarada, que está atacada de nervios por sus vínculos con la corrupta transnacional brasileña Norberto Odebrecht.
Se podría dejar pasar al abogado Jose Ugaz Sánchez Moreno, pero es que es el Presidente de Transparencia Internacional, un factótum de la corrección y de la moral pública, pero la verdad es que es un verdadero "Casto Susano" y siempre digo hay que desconfiar de los moralistas, de esos que se exhiben ante todos como limpios, puros, sanos y sagrados, quienes finalmente terminan siendo devorados por sus actos.
Porque de a verdad, si fueran otras personas, la gente los dejaría pasar y se les diría chau, hasta la vista, no sé quién eres y tampoco me interesa saber nada de ti. Es nuestra forma de ser de muchos limeños.
Pero este abogado que se inició como moralista como el dirigente de Proética de allí avanzó a Transparencia Internacional y fue trepando hasta ser su presidente, cargo que detenta en la actualidad y que por las críticas surgidas en la opinión pública se podría pensar que ya habría presentado su renuncia, pero está aferrado al cargo.
Transparency International es una ONG que lucha por la moral pública de las instituciones y sus miembros. En nuestro país su fial se llama Proética.
Es del dominio público que Ugaz es abogado de la transnacional Odebrecht, incluso hasta diciembre de 2016 la propaganda de su estudio jurídico, usaba a Odebrecht y a sus socios peruanos, JJ Camet, y a Graña y Montero.
Señalado de abogado de Odebrecht, lo primero que hizo fue borrar de un plumazo a Odebrecht, Graña y Montero, y a JJ Camet. Así es la vida.
Se creyó que iba a renunciar a la presidencia de Transparency International, pero no sigue en el mismo cargo.
Sobre el abogado Ugaz cae la acusación de haber colocado, tal vez con la ayuda del llamado Virrey de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, a su socio, el también abogado, Daniel Figallo, de viceministro de Justicia y después de ministro de Justicia, en el gobierno de Ollanta Humala y de su esposa Nadine Heredia, los tiempos de los contratos de miles de miles de millones de dólares entre el Estado Peruano y la corrupta Odebrecht.
Lo increíble es que la congresista, Yenni Vilcatoma, ha denunciado que de sus tiempos de procuradora, por haber iniciado una investigación sobre Odebrecht, en la que hay dos asesinatos en Ancash, el entonces ministro Figallo, socio del "transparente" Ugaz, le dijo entre gritos; "Odebrecht es el dueño del Perú, quita y pone presidentes de los países de América Latina".
Figallo, también caviar de izquierda de la Católica, salió muy agresivo contra Vilcatoma y ha quedado como un mentiroso, ante la opinión pública.
El transparente Ugaz se hizo conocido, cuando de improvisto salió un domingo en la noche en Panorama del Canal 5, cuando Vladimiro Montesinos, dominaba esa televisora, un hecho público.
Ugaz dijo que era inocente un muchacho, quien se había educado en el Puericultorio Pérez Araníbar y que estaba detenido por la acusación de ser el asesino de una interna de ese establecimiento.
Ugaz mediáticamente probó la inocencia del detenido, logró su liberación, pero como ocurre en estos casos, nunca se encontró al asesino.
De pronto el penalista de moda era el abogado Ugaz y también de pronto, el gobierno y/o dictadura del expresidente Alberto Fujimori, lo hizo procurador de El estado para casos emblemáticos ante la opinión pública: Zanatti (1993-1994); CLAE (1994), e INABIF en el que se encarceló innecesariamente a la señora Kanashiro.
Cuando el ex Presidente Fujimori se peleo con Montesinos por el anuncio de cuentas de dinero en Suiza, nombró a Ugaz como procurador, y acepto. La entonces congresista Martha Chávez, salió a saludar y felicitar a su amigo.
La fama internacional de Ugaz y de su etapa de "transparente", se la debe al expresidente Fujimori pero se convirtió en el cuchillo del gobierno y/o dictadura que lo llevó a la fama y a ganar dinero, ejerciendo su profesión. Supondremos bien que Odebrecht le debe haber pagado mucho más que excelentemente bien.
Pero de a verdad, si no fuera presidente de Transparency International a nadie le importaría que sea abogado de quien quiera serlo y hasta que el exministro Figallo sea su socio.
Pero la vida es así y el abogado Ugaz, genera ya un comentario extra, hasta qué punto Odebrecht y socia Graña y Montero influye en la Universidad Católica, para arreglar la hoja de vida de sus abogados y de los abogados del Estado y de los árbitros que la han favorecido siempre.
Me parece salvo mejor parecer, que la vida de puro y moralista, se le está complicando al "transparente Ugaz".
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