lunes, 18 de septiembre de 2017

41. Graña y Montero ha perdido la vergüenza, ya que insiste haber sido engañada por la corrupta Odebrecht

3 de febrero de 2017

Gerente de Graña y Montero se confiesa en el CADE con el Presidente de la República y el Primer Ministro (foto Caretas).

Es decir que podemos plantear que su inocencia virginal fue violada por Odebrecht y que su pureza fue tomada a la fuerza sin pedir permiso. Sin embargo en un momento de cansancio dijo: "Nosotros queríamos participar con Odebrecht"..........finalmente... ¿EN QUÉ ESTAMOS?

Mario Alvarado, en un momento sin palabras, hizo un esfuerzo para encontrar un escape a todas las mentiras que afirmaba y dijo que Odebrecht y Graña y Montero, fueron pareja y Odebrecht fue la que engañó. Entonces se puede decir que compartieron cuerpos, tuvieron el mismo lecho, que distribuyeron ganancias y por la extrema generosidad de Odebrecht, esta empresa cargaba con los millonarios pagos de las coimas, mordidas o sobornos.

Ante la Comisión Lava Jato su gerente se presentó como un señorón a la antigua, altivo y orgulloso, de voz fuerte para hablar de la trayectoria octogenaria de la constructora, que tal vez la empresa más poderosa del país y que aliada al monopolio mediático Grupo El Comercio, convierten a su presidente, quien es también su principal accionista, que al unirse a sus intereses en otras empresas, es un claro candidato a ser el hombre más poderoso del país y que aliado a la corrupta y corruptora Odebrecht, era imbatible en todo. Ahora le ha caído la noche.

La multitud de periodistas a su servicio, ahorita no le sirve para nada.

Mario Alvarado trató de ser gentil, quiso mostrarse educado, pero la cabra tira al monte, él es un hombre que manda y quiso imponerse a como sea entre los congresistas de Lava Jato, pero al final de cuentas, solamente está dando la cara por su jefe, el arquitecto José Graña Miró Quesada.

Entonces soportó un millar de preguntas, durante unas tres horas, a momentos lució como si estuviera a punto de sufrir un fulminante ataque al corazón, en otros las palabras no le salían y su único auxilio fue el tartamudeo, mostró pánico las dos veces que le preguntó, la congresista Lourdes Alcorta. Ella usó la huachafería de sacarle en cara el hecho de que conoce al arquitecto Graña Miro Quesada. Claro frente a Graña, Alvarado es nada, un hombre leal, que va a tener que ser reemplazado, ya no da más en este tema.

El representante de una empresa tan poderosa como puede presentarse como un tonto a la vela que no sabe nada de nada y que solamente podía abrir los ojos, cuando le sacaban la cantidad de asesores que posee la empresa y no se enteraron que existe en Brasil Lava Jato, y que se ha tumbado a la Presidenta Dilma.

Está bien que no pudiera acotar nada cuando el congresista Víctor Andrés García Belaunde señaló en un largo discurso, los tiempos de la constructora Graña y Montero al lado de las dictaduras y la sombras de haber vivido de las coimas para lograr la construcción de edificios públicos.

Alvarado, quien trató de lucirse como un señorón a la antigua y es que al no ser ni una caricatura, de alguno de ellos, logró que la congresista fujimorista Karina Beteta se paseara con él. Le dio en el suelo, no le otorgó un segundo de paz. Su compañero de bancada Salaverry, intervenía entre la multitud de preguntas de Beteta, en verdad poco, pero parecía que lo agarraba a palos.

El congresista aprista Mauricio Mulder, inició la rueda de preguntas, sin anestesia, de frente le preguntó si Graña y Montero ya denunció penalmente a Odebrecht. Alvarado lanzó como un grito un "No" seco y rotundo, pero a partir de ese No, por un momento solamente podía tartamudear.

Mulder hizo entonces una suma de los montos de los contratos en los que Graña y Montero fue socia minoritaria de Odebrecht, el total llegó a 2,624 millones de dólares y si se suma el gasoducto superaban los 10 mil millones de dólares.

Una fortuna en todo el mundo pero, según Graña y Montero, acaso será un dinerillo de poca monta.
Mulder dijo que no existía un comunicado de rechazo a su socio Odebrecht y que Graña y Montero se había asociado a Alí Baba y los 40 ladrones.

Entonces como un panfleto aprendido de memoria, Alvarado repitió tanta veces pudo: Nos engañaron, nos sentimos mal, engañados, desilusionados.....

Y así se supo que el Ministerio Público no investiga a Graña y Montero, que no tiene un acuerdo, como si lo posee Odebrecht con el fiscal Hamilton Castro. Insistirá Alvarado que no se tiene nada que negociar con la Fiscalía, que por eso no negocian y que tampoco han sido contactados.

Tarde de jueves agotadora que ha confirmado que el Ministerio Público va a conceder la impunidad a la constructora Graña y Montero, que no va ni como testigo.

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