Este monopolio tiene en su contra, ante la opinión pública que ha defendido, hasta con el despido de sus más importantes estrellas periodísticas cuando han sido consideradas políticamente enemigos del gobierno de turno y por eso eran enemigos de la Constructora Graña y Montero, cuyo presidente, José Graña Miro Quesada, es accionista de este Grupo empresarial monopólico y además el socio principal de Odebrecht, en el Perú.
La nave insignia, el decano de la prensa nacional, que curiosamente se le llama el diario de "La Rifa", nombre de la calle en la que su ubica su sede principal, pone su portada sobre una foto provista de una humareda del inmueble en la Plaza Dos de Mayo que ayer algún pirómano intento destruir. El Comercio querrá anunciar que la declaración de la Ministra de Justicia, Marisol Pérez, no es más que puro humo, es decir nada.
Este Grupo monopólico distribuye a Correo que pone en su primera plana al nuevo Presidente de la Corte Suprema, Duberlí Rodríguez, quien anuncia que en el 2017 los jueces van a juzgar a tiburones, por el caso de las corruptas y corruptoras transnacionales brasileñas encabezadas por Odebrecht y socios peruanos encabezados por Graña y Montero.
Pero es Perú 21, cuya portada identificaría a los tiburones, poniendo a tres ex Presidentes de la República. La verdad es que no van decir nada, en todo caso se van a defender de "presuntos cargos" o acusaciones.
Es visible que el Grupo El Comercio lanza todo al plano político como lo hizo, cuando no era tan poderoso (como ahora) frente al derrumbe del fujimorismo, y lanzó todo al plano político, logrando que el empresariado saliera indemne, incluso de quienes se encontró videos con Vladimiro Montesinos.
No hay que tener duda alguna, el Grupo El Comercio y su multitud de periodistas no tienen otra misión que salvar a como sea a los socios peruanos del Grupo El Comercio encabezados por Graña Miro Quesada. La gente le tiene terror a este Grupo monopólico hasta te sacan de tu tumba, arman mentiras sobre tu vida y las exhiben sin piedad alguna. También pueden juntar algunas cosas y te mandan a la cárcel como lo peor que existe, convirtiendo a la persona en el enemigo público número.
Ya les llegó la hora de por lo menos a que se hagan la pichi y se llenen de angustia y de temores de solamente pensar en el escarnio y la vergüenza pública de que se sepan sus miserias. Nada nuevo estoy escribiendo, tan solamente es un apunte.
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