lunes, 18 de septiembre de 2017

28. Marcelo Odebrecht, el capo de todos los capos



Es uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, dueño de una fortuna que es imposible cuantificar y desarrollada en los cinco continentes, un ministro peruano lo llamó el dueño del Perú y de toda Latinoamérica (se dice que en Chile no tiene negocios), lo vemos en la foto cuando la justicia de Brasil sin miedo alguno lo mostró como un simple delincuente, apresado y esposado para recluirlo en su jaula de oro.

Él es Odebrecht y por eso prometió no delatar a nadie. Su padre que ha jurado que no perdonará ningún tipo de maltrato a su Marcelinho, hizo circular el rumor que su hijo estaba delicado de salud y a cambio de mejoras carcelarias como el regresar a casa, prometía colaborar.

Pero sucedió que en febrero de 2016, capturaron en Suiza a su cajero/pagador de coimas, a quien Odebrecht había cuidado de crearle un aparato de seguridad especial en Estados Unidos, pero cayó en un Banco suizo y casi al mismo tiempo en juicio sumario fue condenado el mayor accionista de Norberto Odebrech y Brastel, a 19 años de cárcel.

Y desde entonces, decidió que él y su organización criminal ante la inminencia que se intervinieran o cayeran todas sus cuentas de dinero, ha delatado sin piedad alguna a todos a quienes ha conocido, entre ellos los expresidentes de Brasil Cardoso, Lula y Dilma, secundado por la delación de más de medio centenar de sus funcionarios, entre ellos Jorge Barata quien por 12 años fue su Virrey en el Perú.

En nuestro país siempre existen ilusos por más malos y corruptos que sean y estos sujetos creen en la benevolencia y magnanimidad de Marcelo Odebrecht y muchos esperan confiados en que no los delatará. Y por eso es la inercia existente, como si aquí no pasara nada a pesar de la indignación existente en el país.

Un ejemplo claro de quienes están al servicio de Marcelo Odebrecht, es el Alcalde Luis Castañeda quien ya no sabe qué hacer para proteger los intereses de Odebrecht y de su testaferra en la empresa, Rutas de Lima.

Marcelo Odebrecht tal vez sea un hombre de una inteligencia superior que le da vuelta a las cosas y puede salir triunfante, sin hundirse en el fracaso total, pero es el rey de los avaros, como si fuera un rey Midas de la actualidad. No pareciera que va a perder un centavo en ninguna parte del mundo.

Acá se hace que es pobre y que no tiene para el financiamiento de nada por eso se le paga en los recibos de luz y el Alcalde Castañeda implora piedad para esta empresa y quiere que no pague IGV.
Pero nos quedará para siempre el recuerdo de cuando lució así ante el mundo, altivo como el rey francés Luis XVI camino a la guillotina. En este caso es el escarnio porque no hay paredón.

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