lunes, 11 de septiembre de 2017

6. CUMBRE PRESIDENCIAL DE LA APEC

14 de noviembre de 2016

Fernando te avisa que gracias a la Cumbre Presidencial de la APEC, no pasa ni un alfiler, por el Ministerio de Cultura, antes Museo de la Nación, antes Ministerio de Pesquería, Fernando te asegura que tampoco tú vas a pasar, si te atreves a intentarlo y si no estás en un día de suerte, la prueba lúdica te puede hacer ingresar al infierno automovilístico de Dante Alhigieri, ya están puestas las vallas policiales, solamente puedes manejar en la Javier Prado por abajo, no por arriba, es decir por el zanjón, los carros van de frente ahorita, y también por su paralela la Av. Canadá que esperemos no la cierren porque tiene, no lo duden más carros que nunca. Las transversales, la Av. Guardia Civil y la Av. Aviación están cerradas en la zona de la cita de la APEC. A Fernando le pareció útil y conveniente, además de saludable, bajarse del carro en la Av. San Luis, totalmente llena de vehículos y caminar en un desierto de cemento, alumbrado por un sol de mediodía agradable, y que sin la multitud diaria de caminantes todo es páramo de la más absoluta soledad, con excepción del nuevo y lujoso Banco de la Nación, porque está convertida en una colmena de policías que no te miran, en eso siempre caminando y en movimiento Fernando pensó admirando la enorme torre del Banco de la Nación en la frivolidad del ex Presidente Ollanta Humala, a quien judicialmente se le está exigiendo el pago en garantía de 50,000 soles, la bicoca de 15 mil dólares, frente a todo lo que se presume que se embolsicó de sus campañas electorales para que pueda seguir su juicio en su casa y no en la cárcel. Humala, mejor hubiera hecho gastar la plata en un hospital nuevo y decente y no ese edificio para burócratas y aún el Banco de la Nación no lo ocupa del todo. Ahorita, según vio Fernando, está convertido en el bunker que cuidará a la Cumbre de la APEP. Y de a verdad que a Fernando le pareció horrible. Toda la plataforma de entrada del ministerio de Cultura, todo ese cemento debería ser convertido en jardines, unas palmeras le harían mucho bien a todo su contorno arquitectónico. Fernando pensaba en esta paz desértica forzada por las vallas policiales y a sabiendas que todos los alrededores están convertido en peor que la locura más grande del mundo: ómnibus, micros, carros, camiones y mientras tanto por donde estuvo caminando un buen tiempo, como un intermedio en la más absoluta tranquilidad, apartado del mundanal ruido del imposible tráfico limeño, llenándose de la paz más grande que pueda existir, no porque Trump no venga, lo que obligaría a muchos a formar parte de una marcha multitudinaria: "I´m an Inmigrant" a pesar de los desafortunados pedidos de que sea invitado el nuevo Presidente de los Estados Unidos. Fernando está convencido que Trump jamás vendrá al Perú. "Aj país de indios y de cholos" dirá, a mucha honra de todos nosotros.



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