Este jueves hemos visto una marcha del pueblo que no estoy seguro si se constituye ya en un pueblo en marcha, que nada tiene que ver con las marchitas caviares (de izquierda y de derecha), que van y vienen de la Plaza San Martín, que hicieron ganar la Presidencia al Dr. Pedro Pablo Kuczynski.
Lo peor de la jornada es que el Ministro del Interior, Carlos Basombrío desconoce que mucha gente en Lima, sin ser marginales, maleantes y lúmpenes, que tienen carnet de obreros de construcción civil, cuando están en un momento de para laboral, se ganan la vida trabajando de fuerza de choque, invadiendo terrenos, desalojando invasores, entre otros, y son los mejores lanzadores de piedras del mundo.
No hay que olvidar jamás que nuestros ancestros inventaron la huaraca y en la sierra va de cerro a cerro, posee su silbido, es impactante ver a los comuneros en acción.
A diferencia del ministro Basombrío no me pareció ver a terroristas.
Me parece que todos hemos visto por TV a cientos de cientos de muchachos de trabajo, como se llaman a sí mismos, la gente de nuestro pueblo que tiene que trabajar para vivir, al día.
Estos muchachos protestaron con mucha más radicalidad y fuerza que muchos otros manifestantes.
Es posible que los lectores de noticias de Canal 4 y de Canal N del Grupo El Comercio, los vieran muy feos, muy andinos, pero no deben preocuparse por que los dueños, es decir sus patrones, a través de la constructora Graña y Montero, los hacen defender los intereses de Odebrecht, y también los ven a ellos demasiado cholos, al extremo de haberles clavado a una extranjera para que sea jefe de todos ellos, esa que no quiere que te agarre el diluvio sin un libro debajo del brazo.
La locución ha sido un castigo, los libretos de espanto, en esta jornada de diez horas de transmisión en directo de la protesta contra Odebrecht convertida en una confrontación entre pobladores y la policía.
Ya en el final entre las seis y las siete de la noche, cuando ya la jornada había probado que todo el vecindario de más de diez km de largo convertía sus casas en un lugar de asilo de los perseguidos por la policía, el último núcleo de agitadores de la jornada en actividad quedaron aislados en el barrio El Establo, se veía de acuerdo a la presentación de los empleados del Canal N, como un grupo mínimo de "maleantes" que lanzaban piedras a la policía, tal vez lanzaron una molotov, y a los que de pronto calificaron de "violentos". Este es un calificativo muy grave e irresponsable.
La violencia tiene que ser rechazada y repudiada.
La gente de la zona estaba viendo al Canal N y al Canal 32 de ATV que transmitían en directo, entonces sabían lo que decían de ellos, a quienes se les presentaban como víctimas y salieron a conversar con los periodistas. Reclamaron.
Antes que caiga la noche, la policía ingresó al barrio El Establo por lo que el grupo pequeño de manifestantes corrió y la policía fue tras ellos, pasó el pequeño parque, subió dos cuadras, siempre seguidos por los periodistas, todo era gases lacrimógenos, en eso trataron de agarrar a los manifestantes y los tuvieron que liberar porque la gente salió de sus casas a pedir que la policía se retirara. Todos quieren que se acabe el peaje de Odebrecht que patrocina el Alcalde Castañeda.
Así acabó la jornada que se había iniciado con una multitudinaria manifestación que de pronto la policía decidió disolver y no pudo desbloquear durante todo el día a la Carretera Panamericana norte entre el km 23 al 32, Ventanilla, Puente Piedra, Chillón.
El tema es que la transnacional brasileña Odebrecht suscribió un contrato de realización de obras públicas en el 2013, otorgándosele el cobro de peajes. Pero la instalación y cobros de nuevos peajes se realizarían cuando estas obras estuvieran concluidas. La suscripción se realizó durante la gestión de la ex Alcaldesa Susana Villarán. Si el contrato es malo como dicen los asalariados del Alcalde Castañeda, este ha tenido dos años para hacerlo y no quiere hacerlo.
En limpio, lo importante es que sin haber acabado las obras, Odebrecht que además le ha vendido parte de sus acciones de su contrato a una empresa de origen brasileño, con el agravante de que es su testaferra, está cobrando peaje y eso ha generado rechazo e indignación, ya que afecta a gente de trabajo, es decir humilde, la mayor afectada, ya que los pasajes del transporte público y los que tienen vehículo propio pagan 5 soles cada vez salen de su casa y 5 soles cada vez que regresan a ella. Un escándalo.
Entonces este jueves 12 de enero de 2016, en el cono norte de Lima, se ha vivido una segunda jornada de lucha en contra de la corrupta y corruptora Odebrecht, ante la inercia del gobierno y del Alcalde de Lima, Luis Castañeda.
Si el gobierno del Presidente Pedro Pablo Kuczynski, sigue así como el dueño de la más absoluta inercia frente a Odebrecht y otras transnacionales brasileñas, y no hace caso a la indignación popular que no cesa de crecer en todo el país, la jornada de hoy de un pueblo que sale a las calles, se repetirá en todas partes y no tengan duda ninguna, será el pan nuestro de cada día y con la esperanza de mandar a todos los corruptos a la cárcel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario